Electroestimulación

28.02.2010 19:53

 

Si bien la electroestimulación es utilizada con fines medicinales desde los años setenta, la estética recién la ha adoptado hace unos pocos años. Esta técnica consiste en la administración de impulsos eléctricos a fin de generar Potencial de Acción (PA) en los músculos y modificar así su estado de reposo; y se aplica tradicionalmente en personas con problemas motores o en terapia de rehabilitación. Hoy en día, como adelantamos, aquellos que no tenemos tiempo para ejercitarnos podemos optar por la electroestimulación para hacer el ejercicio.

El estímulo que nos dan los electrodos no es directo sobre el músculo, sino sobre la corriente nerviosa que lo domina. Así, sólo es necesaria una frecuencia eléctrica baja, que asegura una contracción muscular potente y no daña de ninguna forma al cuerpo.

Los beneficios del ejercicio pasivo son la posibilidad de ser selectivo en el músculo a trabajar, poder hacer una sesión intensa pero sin la fatiga psicológica que implicaría la actividad real, no sobrecargar las articulaciones, y poder experimentar una mejora de la microcirculación alrededor de los músculos. Además, por supuesto, del ahorro de tiempo. La electroterapia puede aplicarse en glúteos, caderas, estómago, piernas y brazos. La acción se divide en tres partes: se tonifica el músculo a través de la contracción muscular –que se sostiene unos segundos antes de relajarlo otra vez- reafirmando así la fibra muscular; se estimula el funcionamiento del sistema linfático, reduciendo la retención de líquidos y mejorando la circulación; y finalmente se tonifica la epidermis, propiciando una mayor elasticidad. Si sólo nos interesa uno de estos efectos, nuestro esteticista deberá regular la potencia de la descarga eléctrica de los electrodos y así obtendremos sólo el resultado deseado.

Las sesiones de electroestimulación orientada a fines estéticos se ofrecen en centros de belleza y spas, y son administradas por esteticistas especializadas en la técnica. Si bien existen aparatos domésticos relativamente sencillos de usar, sólo debemos adquirirlos si contamos con un plan de acción seguro y confiable que podamos seguir: como cualquier ejercicio, deber hacerse correctamente. La cantidad de sesiones necesarias y la duración de las mismas dependerá de la zona a tratar y los efectos que queremos conseguir. Al cabo de un mes ya deben verse resultados. Sin embargo, tengamos en mente que estos son progresivos: a medida que sigamos la electroterapia, más efectiva será su acción.